Thursday, August 20, 2009

Ámbar

Por: Gustavo Mejía

Bajando por la calle,
Bajo el resplandor de las luces ámbar,
Ahí te vi como todos los días,
Con tu mirada perdida,
Con tu mano extendida.
La ropa raída y la piel ennegrecida de hollín y polvo.

¿Quienes serán tus padres?
¿Quienes serán aquellos que te abandonaron?
Bajo el resplandor de las luces ámbar,
Tus ojos no me dicen nada,
Pero aún así me dicen tanto.
Y veo de nuevo tu piel ennegrecida de hollín y polvo.

Hace dos días estabas bajo un triste árbol,
Triste el árbol y triste tú.
Vestías una camiseta nueva,
Que sin embargo no ocultaba el hollín de tu piel.
Vi tus ojos ámbar como las luces de la calle,
Y estaban mas ausentes que nunca.

Ayer pasé de nuevo y ya no estabas.
Recordé entonces tus tristes ojos ámbar,
Recordé el triste árbol donde estuviste ayer.
¿Que te habría pasado?
¿Vendrían tus padres por ti?
¿Se arrepentirían acaso de haberte abandonado?

Hoy, a pesar de que nunca supe como te llamabas,
A pesar de sólo reconocer la belleza triste de tus ojos ámbar.
Pensé que volverías a esa calle y a ese árbol.
Me equivoqué.
Aún así vi de nuevo tu piel hollinada y aquella camiseta nueva,
Impresas en una trágica foto del diario de esta mañana.


(La imagen que adorna este poema es un acrílico titulado "Luz" pintado por Isis Mejía)

Saturday, August 1, 2009

Tren de Denver a Chicago (By Fredy R. Rodriguez Mejia)

Tren de Denver a Chicago (Marzo 13, 2009)
Por Fredy R. Rodríguez Mejía


¿Cómo dormir esta noche
Si es la única.
La única noche en que todo el espacio
Es mío,
Donde soy uno con los campos transeúntes
Los campos baldíos, los cercos naturales, el suelo
Que se ablanda a cada minuto
Mientras la primavera da sus primeros pasos?

¿Cómo dormir esta noche?
Si solo una vez en la vida
Soy llevado en una cama nómada
Y en cada segmento que avanzo
Nebraska y yo somos uno
Iowa y yo somos uno,
Pequeños comedores
Patios caóticos
Industrias olvidadas
Todas son mías esta noche.

¿Cómo dormir esta noche?
Si es la única noche
Que estoy tan solo
Pero esa soledad es bella
Y necesaria.
Y la pared de acero
Que se interpone entre mi persona
Y los campos nocturnos
No es nada
Y esa nada es real
Y yo soy esa nada
Y esta noche me prohíbe
Cerrar los ojos
Porque no debo.

Sunday, July 26, 2009

No es por hablar...

Por Gustavo Mejía

Te dije que me escucharas,
Pero al parecer no lo hiciste.
Dije que me iria,
Y sin embargo me he quedado,
La pregunta ahora es:
¿te has quedado tu conmigo?
Hasta donde estás en la disposición de ir a mi lado.

No es por hablar,
Pero ¿quien sabe acaso nuestra verdad?
Nuestra verdad de puertas adentro.
¿Impedí yo acaso tu marcha?,
¿Por qué entonces me acusas de no soltarte?
No es por hablar,
Pero... quien sigue aquí eres tú.

Recuerdas,
Cuando en aquellos días compartías conmigo las caricias del viento,
Quisiera yo que esos días volvieran.
Pero ahora eres tú quien se va.
¿En qué me he equivocado?
¿Es acaso que nuestra verdad ya no nos pertenece?
Y sin embargo, parece que conmigo te has quedado.

Veía yo por la ventana empañada de antenoche,
Nuestro pasado discurrir tranquilo y sin prisas,
Como un anciano calmado y dichoso,
Vi por la ventana que nuestra verdad...
Abrió las puertas y se marchó.
¿Será que ahora sólo somos tú y yo?
Y por supuesto... también la puerta abierta.

Aquel día tranquilo de primavera,
En que dijiste que te ibas,
Me quedé pensando en el futuro y me dí cuenta,
Que no es para nada el porvenir,
Es simplemente el pasado repetido.
¿Será acaso que el pasado es nuestra verdad?
Yo... aquí simplemente preguntándole al tiempo.

Ahora que vas y vienes,
Que te quedas y te alejas,
Que el viento sopla por nuestros brazos,
Disipando nuestra ansiedad con sus caricias,
Que el agua moja nuestras cabezas,
Pienso que quizá es lo mejor,
¿Será para tí también igual?

El viento frío y el agua de lluvia
Hacen que piense que sigo vivo.
La pregunta que me asalta ahora es:
¿A pesar de todo seguimos siendo iguales?
En estos tiempos tumultuosos,
Que no sabemos en quien confiar,
No es por hablar pero... ¿Podremos acaso recuperar nuestra verdad?

Tuesday, May 26, 2009

El infinito paseo

Por: Gustavo Mejía

En el infinito paseo del destino,
Muevo mis pies sin norte definido,
Pinto el paraíso de Kazantzakis,
Pero no puedo entrar a el.

Serán tantos mis pasos y los tuyos,
Se torcerán tanto nuestros caminos,
Quizá tanto que no nos encontraremos,
¿Será nuestro destino distinto?

Tu calor empuja mis velas,
Navego por los mares hacia las estrellas,
Empujan tus ansias mis remos,
En el infinito paseo de mi destino.

Camino hacia las montañas,
El desierto helado quema mis pies,
Es tu calor lo que mueve mis alas,
En mi rumbo sin norte definido.

Llego a la cumbre y veo mi ruta,
El viento frío hela mis recuerdos,
Abro los ojos y veo mi destino:
El infinito paseo por mi paraíso.

Monday, April 20, 2009

Desolación

Por: Karen Tróchez

I
El tiempo se ha detenido
El mundo dejó de girar
Ya el día cedió a la noche
Ya la luz cedió a la oscuridad.

II
Las hojas se han secado ya
Las flores se han marchitado, lo sé
He intentado mirarme al espejo
Y yo he cambiado, también.

III
Te extraño, como se extrañan los atardeceres
Te extraño, como el cielo extraña a las estrellas
Te extraño, como la noche extraña a la luna
Como se extraña la calma del mar.

IV
Tu partida dejó un vacío
Tu ausencia dejó dolor
Ya mis ojos no pueden llorar
Por esta fría desolación.

V
Te recuerdo lleno de vida
Te recuerdo lleno de fé
Oh! Padre adorado
Te recuerdo con todo mí ser

VI
He pasado tantas noches sin dormir
He pasado tantos días sin sol
He llorado tantas lágrimas
Por esta triste canción

VII
Ya la luz se ha apagado
Ya la noche ha caído también
Ya las nubes han viajado
Cuando volveré a verte, no sé.

Monday, April 6, 2009

El calor que me quema

Por: Gustavo Mejía

El sudor en mi frente me delata,
El insomnio es el mejor de los soplones,
Hace semanas estabas dentro de mi piel,
Ahora eres sólo el calor que me quema.

He contado ya diez mil ovejas saltando la cerca,
He reinventado la historia otras tantas veces,
Y todavía me sobra tiempo para recordar,
Que eres el calor que me quema.

Tengo surcos en mis pies,
Tengo manchas en mis párpados,
Y a pesar de todo sigues en mi piel,
Y sigues siendo el calor que me quema.

He dejado ya de contar ovejas,
He parado ya de rehacer la historia,
Sin embargo no he dejado de sentirte,
Ni has dejado de ser el calor que me quema.

Saturday, March 28, 2009

Morí sin morir

Por: KarenTdeTodo

Al verte por primera vez
Mi existencia se iluminó por completo
Y en ese instante mágico, comprendí
Que eras el amor de mi vida.

Esa mirada ausente, esos ojos profundos
Y la sensación de no poder alcanzarte
Ni siquiera de tocarte, llenaron mi vida
Llenaron el vacío intenso que por años me ha castigado.

Distante e inmenso es el recuerdo de aquel día
Inmensa y profunda es la sensación de no poder tenerte
De no poder tocarte
Y sentir que eras tu, siempre tu
El que me hizo sentir viva
El que hizo desnudar mi alma triste.

Ese, ese instante mágico de mi ardiente calma
Ese instante en que me perdí en tus ojos ausentes,
En que mis ojos vieron a través de tus ojos
Ese instante en que contemplé tu mirada extasiada.

En ese preciso instante, sentí... Morir sin Morir

Thursday, March 26, 2009

Evento de Poesia

El periódico The State News ha publicado en su página web un documento multimedia del evento "Listening Poet" en el cual nuestro amigo Fredy Rodríguez lee una de sus poesías: "Entre la montaña y yo".

El artículo está en inglés, pero el audio del poema está en el español original. Mientras se escucha la lectura se muestra una fotocomposición con imágenes de Copán Ruinas (tomadas por el propio Fredy) y otras de Angeli Wright, quien produjo el documento multimedia.

¡Bravo Fredy!
¡Arriba la prosa hermano!!

El hilo, la sal y la navaja

Por: Gustavo Mejía

Recuerdo cuando te vi por vez primera,
Tan abundante, tan llena de vida, tan llena de risas,
Fue tan buena la impresión que dejaste en mi alma
Que decidí quedarme para ver como eras.

Recuerdo cuando movías los hilos de tu propia existencia,
Movías esos hilos en interminables giros,
Para tejer las telas de tu propio destino
Cual Aracné magnífica e impávida.

Recuerdo tus abundancias,
Los ríos de tinta, color y sal
Que vertías sobre las telas de tu destino y
Convertías la palidez en color, la tristeza en alegría.

Recuerdo cuando convertías los hilos y el color
En las telas para el alma,
Esas telas que cortabas con diestras navajas
Hasta transformarlas en piezas espléndidas de tu propio arte.

Y ahora te veo tan delgada,
Ya no hilas como antes, ya no tejes como antes,
Y ya se han secado los ríos de sal y color
Y las diestras navajas se han detenido.

Ahora que yo me he ido y te veo de lejos,
Ahora que no eres quien yo conocía,
Pienso en ti y en tus multitudes,
Y te recuerdo de nuevo en tus abundancias.

Te imagino de nuevo, te sueño otra vez,
Abundante, alegre y tejiendo como siempre.
Tejiendo esos hilos de tu destino, poniéndole color a la sal.
Y cortando otra vez con tus afiladas navajas.

Tuesday, March 17, 2009

Ojos de lluvia

Por: Gustavo Mejía

Al ver la niebla,
Al ver hacia dentro de la penumbra,
Al ver que no hay más allá de tus ojos.
Al ver que tus ojos ya no son mis ojos,
Al ver la lluvia que cae.

La lluvia que dice tu nombre,
La lluvia que se lleva tus ojos,
La lluvia que se lleva mi vida hacia la niebla.
La niebla que no permite que me acerque,
Esa niebla de kilómetros y kilómetros de inmensa soledad.

Esa soledad que es como la lluvia,
Como esa lluvia terca, incisiva,
Que arrastra mi vida hacia tus ojos.
Tus ojos que están nublados para mí,
Esa misma niebla de la distancia.

Esa misma niebla que me lleva al abismo de tu olvido,
Ese mismo olvido que me lleva a la luz,
A la misma luz de una vida sin tus ojos,
Y sin la misma niebla,
Y sin la misma lluvia.

Monday, March 16, 2009

Bienvenidos de Nuevo!

Please keep put for more poetry coming soon!