Monday, August 19, 2013

Hojas de Otoño

Las pálidas hojas caen en el suelo de mis angustias, las mismas hojas de siempre, el mismo desconsuelo. ¿Cuándo veré el brillo de tu primavera? ¿Cuándo estarás cerca mío para sentir el calor de tu aliento? El otoño se va y llega el invierno, otro invierno de mis pesares... La lluvia que canta tu nombre, el pálido sol que me recuerda tus ojos. El viento arrastra las últimas hojas, con ellas se va el tibio recuerdo de tus manos. ¿Cuándo estarás cerca mío? ¿Cuándo?

Monday, May 10, 2010

Cinq

Por: Gustavo Mejía

Solamente hay una forma de decir algo,
la única forma de decir las cosas,
la forma monolítica y simple,
palabras claras de cinco letras.

Pregúntale al viento,
a ver que te dice cuando golpee tu cara.
Grítale al sol,
talvez escuchas algo en medio de tu ceguera.
Háblale a las estrellas,
quizá sentirás el sonido de su tibia luz.

La tranquilidad del hielo,
hace que te quemes con sólo sentirlo.
La torpeza del fuego,
congela tus ánimos intrépidos.
Las letras que dejas detrás de ti,
hacen que te lea sin que siquiera digas nada.

Ahora que solamente somos cinco,
la tranquilidad y la torpeza,
salen sobrando apenas.
La animosidad y el sonido,
son mas necesarios que nunca.
Y aquellas palabras de cinco letras,
sencillamente son indispensables.

La fría tranquilidad de tus noches,
el pasivo calor de tus días,
el sonido de la luz al pasar por el viento,
apenas son ya importantes.

La lluvia cae de nuevo,
su persistencia me abruma,
el silente sonido hueco de cada gota,
eleva mi soledad hacia el ruido.
El ruido simple de tu sencillez,
el golpeteo fugaz de tus dados.

Efectivamente somos cinco,
simplemente dados botados al azar.
¿Aprendiste ya tu lección?
Voltea hacia el sol y dile algo,
talvez en medio de la ceguera
le escuches decir cinco letras,
juntadas por algún tahúr francés.

Canta

Por: Gustavo Mejía

Silbas por el pasto,
gritas por el viento,
haces vibrar el monte,
y sacudes mis entrañas.

El barro de mi conciencia,
ensucia el mármol de tus virtudes,
la escultura de tu voz,
es el cincel de mis gritos.

¡Canta!
esculpe la roca de mi paz.
¡Grita!
sacude las telarañas de mi piel.

Vistes de oscura transparencia,
de ahumada luz tiñes tus campos.
Caminas como si bailaras,
Cantas, solamente cantas.

¡Caminas!
y sacudes de nuevo mis entrañas.
¡Murmuras!
y comienzas la escultura de mi paz.

Cantas por el monte,
apartando las venas verdes,
sacudiendo el barro de mi piel,
¡cantas!... solamente cantas.

Thursday, August 20, 2009

Ámbar

Por: Gustavo Mejía

Bajando por la calle,
Bajo el resplandor de las luces ámbar,
Ahí te vi como todos los días,
Con tu mirada perdida,
Con tu mano extendida.
La ropa raída y la piel ennegrecida de hollín y polvo.

¿Quienes serán tus padres?
¿Quienes serán aquellos que te abandonaron?
Bajo el resplandor de las luces ámbar,
Tus ojos no me dicen nada,
Pero aún así me dicen tanto.
Y veo de nuevo tu piel ennegrecida de hollín y polvo.

Hace dos días estabas bajo un triste árbol,
Triste el árbol y triste tú.
Vestías una camiseta nueva,
Que sin embargo no ocultaba el hollín de tu piel.
Vi tus ojos ámbar como las luces de la calle,
Y estaban mas ausentes que nunca.

Ayer pasé de nuevo y ya no estabas.
Recordé entonces tus tristes ojos ámbar,
Recordé el triste árbol donde estuviste ayer.
¿Que te habría pasado?
¿Vendrían tus padres por ti?
¿Se arrepentirían acaso de haberte abandonado?

Hoy, a pesar de que nunca supe como te llamabas,
A pesar de sólo reconocer la belleza triste de tus ojos ámbar.
Pensé que volverías a esa calle y a ese árbol.
Me equivoqué.
Aún así vi de nuevo tu piel hollinada y aquella camiseta nueva,
Impresas en una trágica foto del diario de esta mañana.


(La imagen que adorna este poema es un acrílico titulado "Luz" pintado por Isis Mejía)

Saturday, August 1, 2009

Tren de Denver a Chicago (By Fredy R. Rodriguez Mejia)

Tren de Denver a Chicago (Marzo 13, 2009)
Por Fredy R. Rodríguez Mejía


¿Cómo dormir esta noche
Si es la única.
La única noche en que todo el espacio
Es mío,
Donde soy uno con los campos transeúntes
Los campos baldíos, los cercos naturales, el suelo
Que se ablanda a cada minuto
Mientras la primavera da sus primeros pasos?

¿Cómo dormir esta noche?
Si solo una vez en la vida
Soy llevado en una cama nómada
Y en cada segmento que avanzo
Nebraska y yo somos uno
Iowa y yo somos uno,
Pequeños comedores
Patios caóticos
Industrias olvidadas
Todas son mías esta noche.

¿Cómo dormir esta noche?
Si es la única noche
Que estoy tan solo
Pero esa soledad es bella
Y necesaria.
Y la pared de acero
Que se interpone entre mi persona
Y los campos nocturnos
No es nada
Y esa nada es real
Y yo soy esa nada
Y esta noche me prohíbe
Cerrar los ojos
Porque no debo.

Sunday, July 26, 2009

No es por hablar...

Por Gustavo Mejía

Te dije que me escucharas,
Pero al parecer no lo hiciste.
Dije que me iria,
Y sin embargo me he quedado,
La pregunta ahora es:
¿te has quedado tu conmigo?
Hasta donde estás en la disposición de ir a mi lado.

No es por hablar,
Pero ¿quien sabe acaso nuestra verdad?
Nuestra verdad de puertas adentro.
¿Impedí yo acaso tu marcha?,
¿Por qué entonces me acusas de no soltarte?
No es por hablar,
Pero... quien sigue aquí eres tú.

Recuerdas,
Cuando en aquellos días compartías conmigo las caricias del viento,
Quisiera yo que esos días volvieran.
Pero ahora eres tú quien se va.
¿En qué me he equivocado?
¿Es acaso que nuestra verdad ya no nos pertenece?
Y sin embargo, parece que conmigo te has quedado.

Veía yo por la ventana empañada de antenoche,
Nuestro pasado discurrir tranquilo y sin prisas,
Como un anciano calmado y dichoso,
Vi por la ventana que nuestra verdad...
Abrió las puertas y se marchó.
¿Será que ahora sólo somos tú y yo?
Y por supuesto... también la puerta abierta.

Aquel día tranquilo de primavera,
En que dijiste que te ibas,
Me quedé pensando en el futuro y me dí cuenta,
Que no es para nada el porvenir,
Es simplemente el pasado repetido.
¿Será acaso que el pasado es nuestra verdad?
Yo... aquí simplemente preguntándole al tiempo.

Ahora que vas y vienes,
Que te quedas y te alejas,
Que el viento sopla por nuestros brazos,
Disipando nuestra ansiedad con sus caricias,
Que el agua moja nuestras cabezas,
Pienso que quizá es lo mejor,
¿Será para tí también igual?

El viento frío y el agua de lluvia
Hacen que piense que sigo vivo.
La pregunta que me asalta ahora es:
¿A pesar de todo seguimos siendo iguales?
En estos tiempos tumultuosos,
Que no sabemos en quien confiar,
No es por hablar pero... ¿Podremos acaso recuperar nuestra verdad?

Tuesday, May 26, 2009

El infinito paseo

Por: Gustavo Mejía

En el infinito paseo del destino,
Muevo mis pies sin norte definido,
Pinto el paraíso de Kazantzakis,
Pero no puedo entrar a el.

Serán tantos mis pasos y los tuyos,
Se torcerán tanto nuestros caminos,
Quizá tanto que no nos encontraremos,
¿Será nuestro destino distinto?

Tu calor empuja mis velas,
Navego por los mares hacia las estrellas,
Empujan tus ansias mis remos,
En el infinito paseo de mi destino.

Camino hacia las montañas,
El desierto helado quema mis pies,
Es tu calor lo que mueve mis alas,
En mi rumbo sin norte definido.

Llego a la cumbre y veo mi ruta,
El viento frío hela mis recuerdos,
Abro los ojos y veo mi destino:
El infinito paseo por mi paraíso.